martes, 13 de mayo de 2014

Seminarios Internos - CES - Florencia Pannunzio. Espacios virtuales como ámbitos de socialización juvenil

Proyecto CES “Subjetivación política y juventud…”

Propuesta de abordaje:
Espacios de socialización à espacios virtuales à juventud

Espacios virtuales como ámbitos de socialización juvenil
                                                                                                    
A partir de la revisión de la literatura sobre los espacios virtuales como espacios de socialización, ligados a la noción de juventud, se pudo identificar una serie de puntos que se remarcan en las investigaciones:
·         Los jóvenes como “nativos digitales”[1]: es la generación actual de jóvenes, que nacieron y crecieron en contacto con las tecnologías digitales y los espacios virtuales. Esta idea se presenta en oposición a la de “inmigrantes digitales”. Se alude a los nativos, vinculándolos a aquellos que tienen competencias comunicativas y una alfabetización digital que les permite conducirse con naturalidad por los espacios virtuales. Dicha alfabetización consiste en un proceso de aprendizaje que se da por fuera de las instituciones tradicionales (familia/escuela), con énfasis en el aprendizaje autónomo, en la vida cotidiana.
·         Los jóvenes como productores de contenidos, con capacidad de hacerse ver y oír ante otros actores sociales.
·         La “noción mágica de amigos”[2], para dar cuenta de los vínculos que tejen. Bajo esta denominación aparecen aquellos con quienes entran en contacto en espacios virtuales, que a menudo se convierten en la “audiencia”, y obligan a los jóvenes a generar estrategias de presentación personal en espacios virtuales para obtener mayor visibilidad.
·         Lo anterior se puede explicar como “el show del yo”: “En medio de los vertiginosos procesos de globalización de los mercados, en el seno de una sociedad altamente mediatizada, fascinada por la incitación a la visibilidad y por el imperio de las celebridades, se percibe un desplazamiento de aquella subjetividad “interiorizada” (propia del siglo XIX y principios del XX) hacia nuevas formas de autoconstrucción (…) ciertos usos de los blogs, fotologs, webcams y otras herramientas como MySpace y YouTube, serían estrategias que los sujetos contemporáneos ponen en acción para responder a estas nuevas demandas socioculturales, banalizando nuevas formas de ser y estar en el mundo.” (Sibilia, 2008:28)
·         El rol de los espacios virtuales en sus prácticas cotidianas, remarcando que el uso principal es comunicacional. “El principal uso que hacen los jóvenes de Internet es para comunicarse. Efectivamente, el 90% de los jóvenes chatea, visita una red social, manda mails o bloguea” (Morduchowicz, 2008)
·         Estos espacios se están convirtiendo en algo esencial para ser una persona integrada en los círculos en los que cada uno tiene por grupos de referencia.

Algunas cifras que expone Morduchowicz (2012) respecto el contacto de los jóvenes con Internet y el acceso:
·         En Argentina el 95% de los jóvenes tiene acceso a internet.
·         El 40% accede desde su casa y el 60% lo hace desde un cibercafé o locutorio.
·         La media nacional de conexión es de una hora y media diaria.

Socialización y sociabilidad en espacios virtuales:
Entendiendo a la socialización como el proceso mediante el cual un sujeto adopta los elementos socioculturales del medio ambiente (normas, conductas, valores, etc) y los integra a su personalidad para adaptarse a la sociedad, se identificaron históricamente los procesos de socialización primaria (familia) y secundaria (escuela/pares). En dichos procesos el contacto presencial, físico, es fundamental. Sin embargo, ante la creciente presencia de los espacios virtuales en la cotidianeidad del sujeto, se los designa como espacios de socialización terciaria. Esta última se relaciona con la transculturación y la integración de sociedades diferentes.
La socialización primaria y secundaria se produce en presencia física del otro, mediante la comunicación cara a cara, especialmente en los primeros años de vida y de la adolescencia. La socialización terciaria correspondería a aquella que se genera a partir de las relaciones del individuo con los medios de comunicación masiva como agentes socializantes (televisión, radio, internet) a través de los cuales el sujeto aprende valores, costumbres, pautas de comportamiento. Esta última se da a lo largo de la vida del sujeto.
Entre las publicaciones del GT de Clacso que vienen poniéndose en común en los encuentros del CES, no se encontraron trabajos que aborden a los espacios virtuales como ámbitos de socialización de los jóvenes. Los mismos son nombrados, pero no hay un desarrollo puntual al respecto.
Los espacios virtuales sí aparecen explícitos en el caso de Brasil, en lo que refiere a los estudios sobre juventud:
“Los jóvenes contemporáneos en procesos de cambio, relacionándose con los nuevos medios, se tornan en sujetos de reflexión académica en la década del 2000. Investigadores como Félix (2003), Scalco (2008), Rosatelli (2007), buscan comprender cómo la esfera de consumo es imprescindible en la formación de redes, hábitos, y de formas de ser y de vivir; y cómo las prácticas de ocio son fundamentales en la formación de subjetividades y grupos de jóvenes. Las dimensiones simbólicas experimentadas en las prácticas de consumo y de ocio migran a entornos virtualizados/digitalizados, a través de re-apropiaciones y re-significaciones; Las nuevas formas de comunicación, los nuevos medios de comunicación y las tecnologías se transforman en elementos de mediación en las redes de sociabilidad juvenil y son pilares en la estructuración de identidades individuales y colectivas.” [3] (en Alvarado y Vommaro, 2010:301)

Aparecen como puntos de referencia el consumo y el tiempo de ocio. Esto entra en consonancia con la denominación de “nativos digitales”, donde se sostiene que los jóvenes en la actualidad aprenden desde lo lúdico y en el tiempo de ocio. El “tiempo libre” devino relevante en las últimas décadas, siendo las interacciones sociales sostenidas en dicho espacio/tiempo una importante dimensión socializadora desde siempre (en tanto agente informal), junto con los agentes formales como la escuela o la familia.
En el caso brasilero se alude a las tecnologías como elementos de mediaciones en las redes de sociabilidad, no de socialización.
Se encontraron pocas referencias a los espacios virtuales como ámbitos de socialización, o donde se trate cómo transmitimos y aprendemos normas sociales en Internet. Sin embargo sí se encontraron publicaciones sobre “Sociabilidad online” (Turkle, 1997; Castells, 2001; Correa y Tirado, 2002; Mayans, 2002; Galvez, 2004 -citados por Revuelta Domínguez- y Morduchowicz, 2012), donde ser “sociable” implica una “inclinación al trato con los demás”, según lo define la Real Academia Española.

Por citar un ejemplo:
“Internet ha generado nuevas formas de sociabilidad juvenil. Durante décadas los temas de conversación entre los adolescentes giraron sobre la televisión, la radio, el cine o la música (…) estas charlas tenían lugar fundamentalmente cara a cara en la escuela o en el club. La otra opción era por teléfono desde sus casas. (…)En los años noventa, con la gradual expansión de Internet, no sólo los temas de conversación se ampliaron, sino que cambió sustancialmente la naturaleza del diálogo: la interacción es en simultáneo, a través de múltiples pantallas, en tiempo real y sin necesidad de presencia física. Hoy los adolescentes disponen no sólo del teléfono de línea para comunicarse, sino, además, del celular para mandar mensajes y de Internet para enviar mails, chatear, tener un blog o estar en una red social.” (Murdochowicz, 2012:10-11)


Sobre socialización en espacios virtuales ligado a los estudios de juventud, es significativo un trabajo de Francisco Bernete, donde se abordan los
 “posibles cambios en las relaciones de los jóvenes, y por lo tanto en su socialización, en lo que ésta depende de su interacción con otros agentes sociales: familiares, docentes, compañeros de trabajo, de estudio, de juegos, etc. Interacciones que tienen un nuevo campo donde generarse, regenerarse, crecer, transformarse. No sólo en lo que más se identifica como “redes sociales” (Facebook, Twitter, Twenti, etc) sino también en otros muchos espacios de intercambios informativos abiertos por internet y la telefonía celular.” (Bernete, 2010:96)

Los medios como internet están generando transformaciones en los modos de producir y recibir información, comunicarse, divertirse, comprar, trabajar, estudiar, etc, que son visibles en el largo plazo. Se trata de una transformación cuyo sentido y consecuencias en la socialización de niños y jóvenes produce incertidumbre y preocupación (como anteriormente ocurriera con la radio y la televisión). Aquí entra en juego la mirada adultocéntrica, quienes hablan a menudo de los “nuevos medios”, “nuevas tecnologías”, “nuevas relaciones sociales” o “nuevas interacciones”, teniendo como parámetros los cambios sociales en relación a su propio tiempo; mientras que son tecnologías y relaciones sociales “naturales” para los jóvenes. Dice Bernete (2010:100) siguiendo las tipologías de Echeverría (1999) que mientras para los adultos el espacio virtual representa un “tercer entorno”, distinto del segundo entorno (urbano) y del primer entorno (rural o natural); “para los jóvenes todo forma parte de un solo mundo, que es así porque así se lo han encontrado. La conciencia del cambio es de los mayores”.
Él se propone señalar algunas líneas de investigación que parecen necesarias emprender, para vincular los usos tecnológicos con el papel que cumple la comunicación en los procesos de socialización:
“Pues si bien abunda la literatura sociológica, económica y tecnológica que registra y valora tendencias en la producción, la comercialización, el consumo o los riesgos asociados a la ocupación de los jóvenes con las actuales tecnologías de la información y la comunicación (…), no es fácil encontrar recursos para investigar de qué modo las interacciones mediante TIC están conformando nuevas formas de entender el mundo (público y privado; físico y psíquico), de articular o desarticular la sociedad y la cultura de los usuarios; de relacionarse con otros, cercanos y lejanos, jóvenes y mayores, usuarios y no usuarios de las mismas TIC.” (Bernete, 2010:96)

Así menciona que resta conocer las consecuencias que tiene el uso de las TICs en los comportamientos, en las formas de relacionarse y en una socialización fuertemente sustentada en las interacciones con el grupo de iguales (esto sería la emergencia de las tics como desencadenante de los cambios en otros órdenes de la vida); y por otro lado, cómo los jóvenes usan las tics por querer mantener unos comportamientos, unas relaciones o unas identidades sociales (implicaría un uso como resultante de factores anteriores).
Ante los cambios producidos en los últimos años, las sociedades fueron cambiando. Ya no se trata de sociedades pequeñas, cuyos miembros se conocen, viven de una manera similar, comparten creencias, valores, actitudes, etc. por el contrario, se trata de sociedades más grandes, que se tornaron complejas: no es posible identificar una visión de la realidad que cohesione a todos sus miembros, sino muchas que compiten entre sí.
“Socializar, en esta situación, supone saber cuáles son las exigencias compartidas (normas, valores, actitudes hacia propios y extraños) para canalizar las pulsiones y orientar el aprendizaje social de los individuos; y que éstos interioricen la necesidad de respetar una ley en cuya gestación no han participado (…) la socialización adecuada no está en absoluto garantizada; y es más difícil que lo esté cuando el sistema social carece de mecanismos para ordenarla: no establece con claridad qué espera de los adolescentes y jóvenes; ni qué lugar (simbólico o material) podrán ocupar los miembros jóvenes (profesiones, funciones paterna y materna, etc.) en una sociedad cohesionada.” (Bernete, 2010:103)

En términos de socialización la influencia de las TICs en las relaciones sociales trajo aparejado cambios en el entorno familiar y en la escuela. Tanto los padres como los maestros y profesores tienen que mediar entre lo que aparece en los medios y lo que los jóvenes saben; e incluso se ven obligados a aprender a manejar las TICs para saber qué circula por allí, y no renunciar a sus potencialidades en beneficio de la formación.
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También resultó interesante un estudio realizado en España en el año 2012, por Francisco Revuelta Domínguez, que se propone indagar en los mecanismos de socialización que se activan en las interacciones de aprendizaje a distancia mediada por tecnología (se toma el caso de un grupo de discusión online, y tiene una mirada de socialización desde el ámbito educativo). Su hipótesis es que existen mecanismos de socialización en entornos presenciales que se dan en entornos virtuales. La socialización es consciente (puntualmente en los procesos de escolarización) e inconsciente.
“Parsons (1982), autor sistémico, respecto de la socialización, advierte que éste es un proceso particular de aprendizaje y se trata de la adquisición de las orientaciones precisas para funcionar satisfactoriamente en un rol. Llama mecanismo de socialización al proceso motivacional por virtud del cual se produce en relación a su significado funcional con respecto al sistema de interacción. De esta forma concibe dos sistemas de interacción, por un lado el sistema social y por otro el sistema de la personalidad que posee tres mecanismos para poder estar en equilibrio: mecanismos de aprendizaje, de defensa y de ajustamiento.” (Revuelta Domínguez, 2012:3)

En dicho estudio aparecen como mecanismos de socialización en espacios virtuales:
a) aprendizaje social;
b) identificación (sentido de pertenencia a un grupo, es un mecanismo espontáneo);
c) asimilación;
d) internacionalización (se establece con la explicitación de normas ya sean generales o específicas);
e) adaptación (adaptación a los aspectos técnicos de la plataforma virtual; y capacidad de asimilar y acomodar nuevas ideas respecto de los contenidos que se comparten en el espacio virtual).

El poder de las redes: el sujeto como actor-red
Manuel Castells, en su análisis (desde una perspectiva capitalista) sobre los cambios estructurales que se produjeron con la influencia de las tecnologías de la información y la comunicación (Tics, puntualmente de Internet), se refiere a los jóvenes y a los movimientos sociales como los agentes de cambio.
Los jóvenes de entre 20 y 40 años, por lo general profesionales, como parte de movimientos sociales y a través de la utilización de Internet, son nodos de resistencia que conectan con otros puntos tradicionales; y desde internet se conectan, comunican, y organizan la ocupación del espacio público. Mediante esta interrelación entre espacio virtual y espacio físico se generan los cambios. La conexión es lo que hace la comunidad y los sujetos son pensados como actor-red.
Castells destaca cómo las prácticas tradicionales, en tanto manifestaciones de protesta con fuerte carga simbólica (él toma como ejemplo puntual la inmolación de un joven tunecino a principios de 2011, a partir de la cual se abrió un proceso democrático en Tunez), encuentran terrenos de expansión mediante las redes sociales. Se crean comunidades simbióticas entre lo virtual y lo presencial. Las comunidades virtuales conectan y luego se encuentran en las calles, por lo tanto se tocan, se viven… esto último no es Internet, pero sin Internet no hubiese sido posible.
En tanto nuevas formas de acción política que habilita la red y su vínculo con los jóvenes, Castells considera emblemático el caso de la llegada a la presidencia de Obama. Mayoritariamente los jóvenes fueron partícipes de este hecho. Su vida pasa por Internet, y también pasa por otros lugares, pero es central el papel que juega la red. Su movilización, su acción, su información, pasan por Internet; Esto sirvió para organizar un movimiento de base que transformó lo que estaba ocurriendo en la política norteamericana.
En la revisión bibliográfica realizada aparece fuertemente la idea de que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) se utilizan para reforzar comunidades y organizaciones ya existentes. Morduchowicz (2012:15) afirma que Internet -puntualmente los blogs, el chat y las redes sociales online- no anulan los espacios de sociabilidad presencial de los jóvenes, sino que estos espacios
“les ofrecen canales alternativos que se complementan con los tradicionales espacios de encuentro (la escuela, los cafés, las fiestas, el club, etc.). El chat, el blog y las redes sociales amplían los espacios y los tiempos para estar en contacto con amigos y familiares.”


Socialización en estudios de jóvenes: Entrevista a Alvarado:
Dado que el proyecto de jóvenes pretende dar cuenta de diversos contextos de socialización, donde no necesariamente aparece la referencia a lo virtual/presencial, consideré necesario recuperar trabajos realizados sobre ámbitos presenciales, donde las categorías de socialización/socialización política y subjetividad/subjetividad política son pilares. En este apartado se rescata una entrevista realizada a Sara Victoria Alvarado.
En el Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales (Colombia, que se encuentra bajo la dirección Alvarado), uno de los grupos de investigación se conformó en torno a «Perspectivas políticas, éticas y morales de la niñez y la juventud» e integra la comunidad académica latinoamericana del GT CLACSO “Juventud y nuevas prácticas políticas en América Latina”. En el interior de dicho grupo se desarrollaron (en el año 2009) dos líneas de investigación: ética, moral y ciudadanía; y socialización política y construcción de subjetividades.
En el caso de la segunda línea, el objeto de estudio es la configuración de las subjetividades políticas de niños y jóvenes en procesos de socialización. Se realizaron aproximaciones a la categoría de socialización política desde la filosofía política -Habermas (1999), Rawls (1996), Arendt (1997) y Heller (1990)- indagando qué se decía y cómo se entendía el proceso de socialización política, cómo conceptualizaban la socialización, qué decían respecto la configuración de los sujetos políticos.
En estos trabajos se trató de comprender la categoría de socialización como configuración del sujeto y los órdenes sociales en los que este sujeto habita y se significa; y fue abordada principalmente desde la fenomenología y la sociología del conocimiento (Berger y Luckman, 1983; 1995).
Al indagar sobre la socialización se encontraron con dos tendencias: la tradición durkheimiana, y con ella el influjo de la sociología, desde la cual se asume la socialización como la apropiación de un mundo hecho de valores, un mundo moral, que tiene que ser transmitido al sujeto para crear unas predisposiciones al bien común, a la vida útil, conjunta, por los cuales el sujeto pueda absorber este mundo ya constituido. Así se pone el acento en una sociedad que tiene que ser incorporada por el sujeto. La segunda tendencia es la que proviene del interaccionismo simbólico (Schutz y Mead), donde se pone todo el peso de la construcción del mundo social y de las formas de acción humana en el sujeto; es un actor casi autónomo e independiente de múltiples determinaciones, capaz de vivir y construir su propia vida.
“En este diálogo entre las corrientes del subjetivismo y objetivismo es que aparecen claramente los aportes de Berger y Luckman, quienes ayudan a entender que la socialización sólo puede darse en una relación dialéctica entre el sujeto y el objeto, en donde al mismo tiempo que el sujeto es configurado, mediado, determinado por una serie de condiciones históricas, tiene la capacidad, el potencial, la posibilidad de resignificar, reconstruir y transformar esas condiciones que a su vez lo producen a él. Es decir, el sujeto se autoproduce, pero produce un mundo donde él está interviniendo.” (Alvarado, en Díaz Gómez, 2009:131) .
El trayecto que tomaron las investigaciones los llevaron a indagar del concepto de socialización, a la configuración de sujetos políticos y de allí a las subjetividades políticas.

Bibliografía
§  Alvarado, S. V.; Borelli, S.; Vommaro P. A. (Eds.) (2012). “Jóvenes, políticas y culturas: experiencias, acercamientos y diversidades”. Rosario. Homo Sapiens Ediciones. Recuperado el 20 de Marzo de 2013 de http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20121207040846/Jovenes_politica_cultura.pdf
§  Alvarado, S. V.; Vommaro, P. (Comps) (2010) “Jóvenes, cultura y política en América Latina: algunos trayectos de sus relaciones, experiencias y lecturas (1960-2000). CLACSO. Homo Sapiens Ediciones: Rosario.
§  Bernete, Francisco. (2010, Marzo) “Usos de las TIC, Relaciones sociales y cambios en la socialización de las y los jóvenes” en Ángeles Rubio Gil (coord.) Juventud y Nuevos medios de Comunicación. Revista de Estudios de Juventud., N° 88. pags. 97-114. Recuperado el 12 de abril de 2013 de http://issuu.com/injuve/docs/revista_88
§  Díaz Gómez, Álvaro. (2009, enero-abril) “Sara Victoria Alvarado. La producción de conocimientos sobre subjetividad política desde los jóvenes: aportes conceptuales y metodológicos.” Cuadernos del CENDES, Vol. 26, Núm. 70, pp. 127-140 Universidad Central de Venezuela. Venezuela. Recuperado el 15 de abril de 2013 de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=40311743007
§  Finquelievich, S. (comp) (2000). “Ciudadanos a la red. Los vínculos sociales en el ciberespacio.” Ediciones Ciccus. La Crujía. Buenos Aires.
§  Morduchowicz, R. (2012) “Los adolescentes y las redes sociales: La construcción de la Identidad juvenil en Internet”. Capítulo 1, Introducción pags. 7-16.  Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
§  Piotet, D.; Pisani, F. (2009) “La alquimia de las multitudes: Cómo la web está cambiando al mundo”. Paidós. Barcelona.
§  Revuelta Domínguez, Francisco Ignacio (2012). “Los mecanismos de la socialización virtual” @tic. Revista d’innovació educativa. Nº 9. Pags. 108-115. Recuperado el 4 de junio de 2013 de http://ojs.uv.es/index.php/attic/article/view/1949/1480
§  Sibilia, P. (2008) “La intimidad como espectáculo” Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.




[1] El término fue propuesto por Mark Prensky (2001) y tuvo amplia repercusión en los modos en que se entienden a los jóvenes desde la psicología social, las neurociencias  y la educación, entre otros campos de estudio.
[2] Danah Boyd, antropóloga de la School of Information de la Universidad de Berkeley, investiga acerca de los jóvenes y la web. En una entrevista sostenía que “estamos asistiendo a una ruptura en los hábitos y a una reorganización en la manera que la gente tiene de informarse y de socializar. Se trata de la “noción mágica de amigos”. Los “amigos” son aquellas personas con las que hablamos, aquellas que constituyen nuestra audiencia, aquellas a las que prestamos atención.” (Piotet y Pisani, 2009:49)
[3] La traducción es propia.

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